Tras el muro personal están; los sueños, los pensamientos y sentimientos...
Como intuimos los demasiados peligros, nos aislamos en una jaula de cristal, dónde usamos el mutismo y la invisibilidad ...
La costumbre humana de poner barreras y crear fronteras se ha ido perfeccionando, pero los hombres a veces vemos mal y calculamos peor...
La prueba está, que a pesar de hablar tanto de la libertad, esta no existe como tal...
Cada uno tiene su propia parcela, su jaula de oro, su propia frontera...
Lo más curioso es, que cuanto mas separados estamos, más nos necesitamos, e incluso intuimos lo mucho que nos amamos...