La alegría es a veces espectacular y ayer fue precisamente la música de la alegría la que irrumpió en el silencio de la noche, en un espectáculo de patinaje artístico de fin de curso... Colorido, sonido, emoción...
Mi nieta pequeña era una cebra de larga melena y mientras la música de la alegría se repetía una y otra vez, esa niña disfrazada de cebra, nos sonreía...
Deseo compartir con todos vosotros esa música, que sin duda conocéis:
Alegría...
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