Nadie nos enseñó aquel camino, hecho de luces y sombras...Pero a nuestros ojos llegaron reflejos de estrellas y fue entonces cuando nos dimos cuenta de la grandiosidad del Universo...
Desde ese instante, ya no pudimos descansar, porque nuestro anhelo eran los grandes retos...
El desierto, siendo grande, se nos hizo pequeño, el mar, siendo profundo, nos pareció una balsa...
Aprendimos a ser osados, sin que nadie nos lo enseñara...
Sólo cuando tuvimos a un niño en nuestros brazos, nos dimos cuenta de que, también la ternura habita en nosotros...
Desde ese instante, ya no pudimos descansar, porque nuestro anhelo eran los grandes retos...
El desierto, siendo grande, se nos hizo pequeño, el mar, siendo profundo, nos pareció una balsa...
Aprendimos a ser osados, sin que nadie nos lo enseñara...
Sólo cuando tuvimos a un niño en nuestros brazos, nos dimos cuenta de que, también la ternura habita en nosotros...